«Esta semana estaba leyendo 2 Crónicas capítulo 20, una de mis historias favoritas. Es la historia del rey Josafat y los hijos de Israel, confiando en que Dios les daría la victoria, aún cuando estaban enfrentando adversidades insuperables. Creo que todos nos podemos relacionar con esta historia. Hoy también compartiré la historia detrás de unos de mis himnos favoritos.
Creo que uno de mis pasajes favoritos de la Escritura en el Antiguo Testamento se encuentra en 2 Crónicas 20. Lo estaba leyendo en mi devocional esta mañana; es la historia de Josafat. Creo que me encanta esta historia porque me puedo relacionar en cada uno de los aspectos que menciona, y tal vez tú también.
Se le reportó a Josafat que tres ejércitos venían en contra de él, y él simplemente no sabía qué hacer. Su primera reacción fue tener miedo. Y muchas veces cuando nosotros escuchamos una mala noticia, nuestra primera reacción es tener miedo. ¿Qué ejércitos vienen en contra de ti hoy?
Josafat tuvo miedo y en el verso 3 dice que se propuso a buscar a Dios y proclamó un ayuno en toda la tierra. Eso fue lo primero que hizo; primero tuvo miedo, que es una reacción natural a noticias como esa; y luego se propuso, se determinó a buscar al Señor y proclamó un ayuno en toda el pueblo. Me pregunto qué tan diferentes serían nuestras naciones si nosotros hiciéramos eso: proclamar un ayuno en nuestra tierra y buscar el rostro de Dios.
En su oración, Josafat le recordó a Dios Su Palabra y Su pacto. Dice en el verso 7: "Dios nuestro, tú arrojaste de la presencia de tu pueblo Israel a los habitantes de este territorio y se lo diste para siempre a los descendientes de Abraham, tu amigo." Nosotros tenemos que hacer lo mismo, necesitamos recordarle a Dios Sus promesas para con nosotros. Sí, Él va a suplir nuestras necesidades de acuerdo a Sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Sí, Él aún es un Dios que nos sana a pesar de las preguntas que tengamos.
Mientras ellos comenzaron a buscar el Señor, Dios habló a Su pueblo a través Jahaziel, uno de los sacerdotes, en el verso 15, y dijo: - esto es lo que el Señor te dice a ti - "No tengan miedo ni se asusten ante ese gran ejército, porque esta guerra no es de ustedes sino de Dios." ¿No es esa una buena noticia? La guerra no es tuya, es de Dios. Así que sea lo que sea que estés pasando, la guerra es de Dios, no es tuya, no tienes por qué pelearla con tus propias fuerzas. No tengas miedo ni pierdas la esperanza por los reportes que el doctor te de, o que el banco te de. Mantente firme y mira la Salvación de Jehová. Tú no vas a tener que pelear en esta batalla; Dios va a pelear la batalla por ti.
Es interesante, cuando Dios habló a través de Jahaziel, uno de los sacerdotes, ellos estaban buscando a Dios, ellos estaban pidiendo dirección, pidiendo una respuesta y Dios les habló. Me pregunto cuántas veces en nuestra adoración y nuestra oración, le pedimos a Dios que nos hable pero nunca le damos tiempo para que nos hable, simplemente cambiamos de actividad, y Dios realmente quiere hablarnos. Un amigo mío dijo: Si quieres oir la voz de Dios, hazte amigo del silencio. La adoración es más que un monólogo, es un diálogo. Probablemente, me has escuchado decir esto antes. Dios nos va a hablar pero nosotros tenemos que darle cabida en nuestras conversaciones; y eso es la oración, es una conversación con Dios. Cuando estás con tus amigos, si eres el único que habla, no es realmente una conversación, es solo un monólogo, pero una buena conversación con un amigo es un diálogo, de ida y vuelta, y así es como debería ser con Dios.
En el verso 18, la reacción a la Palabra de Dios, ¿qué fue? Fue adoración. Dice así: "Entonces Josafat se arrodilló y se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, y los habitantes de Judá y Jerusalén se postraron ante el Señor para adorarlo." Y esa debería ser nuestra reacción a la voz del Señor, a la Palabra de Dios para nosotros. A la mañana siguiente - este es el verso 20 - ellos iban hacia el desierto. Estaban a punto de salir y Josafat les habló de parte de Dios, les dijo: "Escúchenme, habitantes de Jerusalén y de Judá: confíen en el Señor, su Dios, y se sentirán seguros; confíen en sus profetas, y todo les saldrá bien." Les dijo que pusieran cantores y músicos al frente de las tropas y luego les dio un cántico para cantar y el cántico decía: "Den gracias al Señor, porque su amor es eterno." Básicamente, les dijo, "vayan a la batalla y canten: Dios es bueno todo el tiempo y su amor dura por siempre".
Aquí hay una clave: "Luego, en el momento en que empezaron a cantar con alegría himnos de alabanza", el Señor lanzó un ataque sorpresa en contra de sus enemigos. ¿Qué es lo que estás enfrentando hoy? ¿Cuál es el enemigo? ¿Es un reporte del doctor? ¿Es el hecho de que hoy en la mañana viste tu cuenta de bancos y este sentimiento de miedo se sintió en tu estómago? Creo que a veces olvidamos cuán poderoso es Dios. Efesios 3:20 dice que Dios es poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos. Entonces, ¿qué es lo que estás enfrentando hoy? ¿Hay tres ejércitos viniendo en contra tuya? Tal vez es un ejército de las finanzas: tal vez es el reporte de un doctor acerca de tu salud, la palabra "cáncer" surgió; tal vez es un problema en tu matrimonio. Estos son ejércitos que pueden venir en contra tuya. Este pasaje de la Escritura en 2 Crónicas 20 nos da un gran ejemplo de qué hacer cuando no sabemos qué hacer.
Cuando el miedo surge como una inundación debido a las malas noticias que has recibido:
1. Propónte a ti mismo el buscar a Dios
2. Recuérdale a Dios Sus promesas puestas en Su Palabra
3. Escucha Su voz
4. Y mientras Él habla, sigue sus instrucciones
5. Alábalo mientras enfrentas al enemigo, declara en medio de tu mala noticia que Dios es bueno y Su misericordia dura por siempre. La vida puede no ser buena, el reporte puede no ser bueno, pero tú puedes declarar con fe en tu corazón que Dios es bueno todo el tiempo, y todo el tiempo, Dios es bueno.
6. Y finalmente, mantente firme y mira la Salvación del Señor. Deja a Dios pelear la batalla por ti. Sí, vas a enfrentar batallas en tu vida, pero Dios es MÁS GRANDE que tus problemas, Él es MÁS GRANDE que tu batalla.
Jesús dijo en Juan 16:33: "En este mundo afrontarán aflicciones, - así que no tenemos que sorprendernos cuando enfrentemos batallas y tribulación, porque Jesús ya nos dijo que las vamos a tener - pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo." En Efesios 6:13 dice: "Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes." Solo, mantente firme y deja que Dios trabaje a tu favor, párate y mira la Salvación del Señor.
Esto me recuerda a qué Omnipotente Dios servimos, y uno de mis himnos favoritos es "Cuán Grande es Él". Es uno de los favoritos a nivel internacional. Creo que ha de ser el himno más popular en el mundo. Se hizo famoso luego de que Billy Graham lo usaba bastante en sus cruzadas a finales de los 40s e inicios de los 50s. El texto original fue escrito por un pastor sueco, así que está escrito en idioma sueco; fue Carl Boberg, en 1886. Mientras visitaba un hermoso estado, quedó atrapado en una tormenta repentina. Los maravillosos y violentos rayos y truenos terminaron rápidamente, dejando una luz de sol clara y brillante, y el calmado y dulce canto de los pájaros en los árboles. Cayendo sobre sus rodillas en humildad y adoración hacia el Dios todopoderoso, el pastor escribió nueve estrofas de alabanza. Las congregaciones suecas comenzaron a entonar las líneas con uno de sus cantos folclóricos antiguos. La letra fue luego traducida a alemán y ruso, y eventualmente a inglés, por el reverendo S. K. Hine y su esposa, que eran misioneros ingleses para las personas en Ucrania. Cuando la guerra se desató en 1939, fue necesario que los Hines regresaran a Gran Bretaña, donde el Sr. Hine editó la cuarta estrofa de este himno. Estas cuatro estrofas por Stuart Hine han ministrado e inspirado al pueblo de Dios alrededor del mundo.
Himno en inglés: How Great Thou Art
Versión español: ¡Cuán Grande es Él!
Señor, te agradecemos que eres un Gran Dios. Perdónanos por hacerte muy pequeño en nuestras vidas. Sé magnificado, sé glorificado en nuestras vidas; en cada situación. En el nombre de Jesús, Amén.
Ha sido bueno estar con ustedes hoy, espero que haya sido de aliento para ti. Anímate, Dios está por ti, no está contra ti. Él es capaz de hacer extremadamente, abundantemente, sobre todo lo que podamos pedir o pensar. Él es un GRAN DIOS.
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Como siempre, gracias por escuchar Don Moen and Friends, y recuerda, Dios está siempre obrando en maneras que no podemos entender. Dios te bendiga.»
